La importancia de la realización de una prueba de esfuerzo.

Cada vez son más las personas que deciden mejorar su salud, no solamente cambiando sus hábitos alimenticios si no también comenzando a practicar deporte para ponerse en forma. Los motivos que impulsan ésta decisión pueden ser varios, y en ocasiones se corre el riesgo de, por querer obtener resultados antes de lo previsto, sobrecargar nuestro cuerpo o incluso poner en peligro nuestra salud. ¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra? Bien, lo fundamental en este caso es la prevención. ¿Cómo podemos prevenir la sobre-carga de nuestro cuerpo y evitar así cualquier tipo de riesgo? Lo mejor en éste caso sería la realización de una prueba de esfuerzo.

Una ergometria un test físico que nos permite tener una guía de hasta dónde pueden llegar nuestros entrenamientos y de si podemos afrontar con total normalidad el ejercicio. Lo ideal es realizar un ejercicio que se adapte a nuestras cualidades.

En la prueba se miden las constantes vitales y los niveles de los diferentes elementos presentes en la sangre para delimitar un esquema de cómo está nuestra circulación, nuestra respiración y el resto de las constantes vitales. Para ello, durante la prueba se realiza actividad física hasta intentar llegar al máximo esfuerzo posible, mientras se realiza un control electrocardiográfico o pruebas de lactatemia, y así poder determinar nuestros umbrales aeróbicos y anaeróbicos.

En ocasiones, muchas personas padecen, sin saberlo, problemas de circulación o cardíacos que se pueden acentuar y agravar con el ejercicio. Por lo tanto, es de vital importancia realizarse una prueba de esfuerzo al menos una vez al año para descartar cualquier tipo de patología y evitar a toda costa que el deporte se convierta en algo perjudicial para la salud.

¿Qué datos nos aporta la prueba de esfuerzo?

•Frecuencia cardíaca máxima: Generalmente se calcula como 220-edad, pero llegados a cierto nivel se recomienda obtener datos más fiables. Con esta medida podremos planificar mejor nuestros entrenamientos y monitorizar mejor la intensidad

•Consumo máximo de oxígeno (VO2 máx.): Es la máxima capacidad de oxígeno que nuestro organismo puede consumir, cuanto más alto el valor, mejor capacidad y resistencia al ejercicio

•Umbral aeróbico: Es el rango máximo del metabolismo aeróbico, a partir del cuál el ejercicio se realiza sin oxígeno, en anaeróbico. Nos dará pulsaciones y velocidad a la cuál lo alcanzamos

•Umbral anaeróbico: Por consiguiente, rango a partir del cuál el cuerpo empieza a trabajar sin oxígeno, dónde empezamos a acumular fatiga y ácido láctico; Muy útil para calcular las series de velocidad. Es el punto de transición entre un metabolismo y el otro, veremos la velocidad máxima a partir de la cuál ya empezaremos a acumular fatiga y lactato

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